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El concepto de alojamiento adecuado para animales en granjas trasciende la simple provisión de un techo sobre sus cabezas. En su esencia, implica la creación de un ambiente que respete y fomente los comportamientos naturales de los animales, ofreciendo espacio suficiente, condiciones ambientales óptimas, y oportunidades para el descanso, la socialización y el ejercicio. Esta aproximación es fundamental para promover un estado de bienestar físico y emocional en los animales. Es, en definitiva, uno de los protocolos esenciales de la certificación Welfair®.

En el contexto de la auditoría, la observación directa de los animales por parte del auditor es esencial para evaluar la calidad del alojamiento proporcionado en las granjas. Por ejemplo, si durante la inspección se observan animales con heridas o que parecen excesivamente sucios, esto puede indicar deficiencias en la cama o en el manejo general del alojamiento. Tales signos son indicativos de que el ambiente no está cumpliendo con los estándares necesarios para asegurar el bienestar de los animales. Los auditores, mediante su evaluación, pueden inferir problemas como la falta de limpieza adecuada, la insuficiencia de espacio, o la inadecuada separación entre las áreas de descanso y alimentación.

El diseño y la gestión de estos ambientes varían entre los diferentes tipos de granjas, y ciertos errores comunes pueden socavar los objetivos de bienestar animal:

  1. Granjas avícolas

Las granjas avícolas, dedicadas a la cría de aves como pollos, pavos y gallinas, deben priorizar sistemas que permitan a las aves realizar comportamientos naturales como escarbar, perchear y bañarse en arena. Hay que evitar el hacinamiento, que no solo impide estos comportamientos, sino que también puede provocar estrés, agresiones y enfermedades.

  • Granjas porcinas

En las granjas porcinas, se debería poder proporcionar a los cerdos acceso a áreas de descanso separadas de las de alimentación, así como enriquecimiento ambiental que estimule su curiosidad natural y que evite comportamientos destructivos y estrés por aburrimiento.

  • Granjas de ganado bovino y ovino

En granjas donde el ganado bovino y ovino está confinado permanentemente en corrales, se debe procurar incluir elementos que fomenten comportamientos naturales como la rumia y el movimiento. Las instalaciones deben permitir suficiente ejercicio, además de contar con áreas de descanso adecuadas que estén claramente separadas de las zonas de alimentación.

Independientemente del tipo de granja, un error crítico es no proporcionar suficiente espacio para que cada animal se mueva “libremente”, aumentando el estrés de los animales y las posibilidades de agresión. Igualmente, una ventilación pobre no solo afecta a la calidad del aire, sino que también puede contribuir a la propagación de enfermedades.

Los responsables de las granjas deben esforzarse por entender y atender las necesidades específicas de cada especie, evitando los mencionados errores comunes que pueden comprometer la salud y el bienestar de los animales.