En el corazón de la península ibérica, Dehesa Grande se erige como un referente en la producción de carne de vacuno de calidad. Como cooperativa que agrupa a más de 600 ganaderos, su esfuerzo se centra en la cría de ganado en un entorno sostenible, promoviendo prácticas que respetan tanto el bienestar animal como el ecosistema de la dehesa.
Con un firme compromiso hacia la calidad certificada, Dehesa Grande no solo garantiza un producto superior, sino que también asegura una producción que cumple con los más altos estándares exigidos por las regulaciones actuales. La certificación no es solo un sello, es un compromiso de confianza y transparencia hacia el consumidor, un valor que Dehesa Grande ha cultivado meticulosamente a lo largo de los años.
Hoy tenemos el privilegio de conversar con Octavio Gonzalo, Gerente de Dehesa Grande, sobre cómo esta dedicación a la excelencia a través de la certificación ha moldeado sus operaciones y estrategias futuras. ¿Qué significa realmente las certificaciones obtenidas para Dehesa Grande? ¿Cómo impacta esto en su relación con los consumidores y en su posición en el mercado? Descubramos juntos las respuestas a estas preguntas:
- ¿Qué os motivó inicialmente a obtener una certificación?
Una de nuestras premisas es aportar un plus de valor con nuestra carne a través de la confianza y la transparencia, y ese fue uno de los motivos prioritarios a la hora de obtener nuestra primera certificación. El poder garantizar la calidad de nuestro producto, así como nuestro sistema de trazabilidad de producción.
- ¿Cuántas certificaciones disponéis con CERTICAR y de qué tipo?
En este momento, y después de un largo trabajo, contamos con tres certificaciones con CERTICAR. La primera es la del pliego de etiquetado facultativo propio, que aumenta el valor añadido de nuestra carne, la segunda con el sello de bienestar animal, Welfare Quality, y la tercera la certificación PAWS (Provacuno Animal Welfare Spain), estas dos últimas certificaciones muy enfocadas a la buena salud, buena alimentación, buen alojamiento y comportamiento adecuado de nuestro ganado.
- ¿Podríais describir algunos de los desafíos que enfrentáis durante un proceso de certificación?
Algunos de los desafíos son el control de los datos y, sobre todo, la inversión en técnicos para realizar el autocontrol. Somos conscientes de que a lo largo de este proceso necesitamos personal técnico formado para poder certificar lo que marcan nuestros pliegos.
- ¿De qué manera han modificado las certificaciones a las operaciones diarias en vuestras instalaciones?
Sobre todo, en el etiquetado. Ahora es mucho más amplio y más concreto, facilitando al consumidor más información. También a la hora de controlar la calidad de nuestros piensos, pues CERTICAR nos aporta más control a nivel de gestión en la calidad de sus materias primas.
- ¿Podéis mencionar algunas mejoras específicas que hayáis implementado como resultado directo de las certificaciones que mantenéis en vigor?
Por ejemplo, una de las mejoras se ha producido en el bienestar animal, que nos ha hecho recapacitar sobre el número de puntos de agua en los cebaderos.
- ¿Qué adaptaciones habéis realizado en el matadero para cumplir con los estándares de las certificaciones?
En nuestro matadero hemos adaptado los boxes de aturdido, el dimensionamiento de los corrales, la efectividad al aturdir, así como la gestión de los animales en la espera al sacrificio.
- ¿Cómo gestionáis la trazabilidad y aseguráis el bienestar animal durante el proceso de sacrificio?
Con el etiquetado. Al final nuestros técnicos controlan en el campo gracias a un sistema informático hecho a medida y a través de las canales y con el control de las descargas nos aseguramos de que el bienestar animal está asegurado.
- ¿En qué medida creéis que las certificaciones han fortalecido la confianza de los consumidores en los productos de Dehesa Grande?
El mercado lo exige, es una realidad. Por tanto, al consumidor le llega más información con mucho más rigor, sobre todo a través de las grandes cadenas de distribución. Por tanto, creemos que nuestras certificaciones han favorecido la confianza con el consumidor potenciando las garantías de nuestro producto.
- ¿Qué representa para vosotros poder garantizar la autenticidad y calidad de cada producto certificado?
Como cooperativa tenemos unas fortalezas que de por sí nuestro sistema de producción lo corroboran así, y con CERTICAR lo acreditamos y lo certificamos.
- ¿Cuáles son algunos de los beneficios tangibles que habéis obtenido gracias a las certificaciones que disponéis?
Uno de los mayores beneficios de contar con nuestras certificaciones se traduce en el incremento de ventas, así como acceder a nuevos canales de distribución que buscan proveedores con altos estándares de bienestar animal.
- Hablando de la certificación Welfair, desde que recibisteis la certificación, ¿habéis percibido alguna respuesta positiva por parte del mercado o de los consumidores?
Desde que tenemos la certificación Welfair, hemos notado una respuesta muy positiva tanto del mercado como de los consumidores. Esta certificación ha reforzado nuestra reputación como una empresa comprometida con el bienestar animal y la sostenibilidad, lo cual es un aspecto cada vez más valorado por los consumidores.
Pero, además, hemos observado un aumento en la lealtad de nuestros clientes existentes y también hemos atraído a nuevos consumidores que priorizan productos éticos y responsables.
- ¿Cuáles son los próximos objetivos de Dehesa Grande en términos de mejoras continuas o la obtención de nuevas certificaciones?
A corto plazo no tenemos previsto implementar nuevas certificaciones, pero sí mejoras continuas, sobre todo muy centradas en las granjas de nuestros socios con el objetivo de mejorar sus instalaciones y capacidad de producción, haciéndola más eficiente y eficaz.
También realizaremos más inversión en autocontrol para tener mejores resultados año tras año en las granjas de nuestros socios.
- ¿Cómo percibís el papel de la certificación en el futuro del sector agroalimentario y en vuestra estrategia empresarial a largo plazo?
Fundamental. Sin certificación no hay futuro en el sector agroalimentario. No solo basta con serlo, hay que certificarlo. Una certificación externa es una pieza fundamental para vender tu producto y salir al mercado.

Muchas gracias a Dehesa Grande por abrirnos las puertas a su experiencia y las enseñanzas que han recogido en su camino hacia la certificación. Es evidente que su esfuerzo no solo eleva el estándar en la industria, sino que también destaca la importancia de adoptar prácticas que son tanto responsables como sostenibles.