El invierno representa un período crítico para la salud y el bienestar de los animales de granja. Las bajas temperaturas, junto con los cambios en la disponibilidad y calidad de los alimentos, pueden afectar a su sistema inmunológico y rendimiento productivo. Una suplementación nutricional adecuada durante esta temporada es fundamental para mantener niveles óptimos de salud y producción. Veamos algunos:
1. Vitaminas A, D y E: Son fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico. La vitamina A juega un papel crucial en el mantenimiento de las membranas mucosas y la función inmune. Esta vitamina, junto con las vitaminas D y E, forma un complejo fundamental para fortalecer las defensas naturales del animal.
2. Minerales como zinc y selenio: El zinc fortalece el sistema inmunológico y mejora la cicatrización de heridas, mientras que el selenio actúa como un potente antioxidante que protege las células del estrés oxidativo.
3. Fósforo: Es especialmente importante para el ganado vacuno que subsiste con forrajes secos durante el invierno. Este mineral es esencial para el metabolismo energético y el mantenimiento de la estructura ósea. Su deficiencia puede manifestarse en una disminución del apetito y pérdida de peso.
4. Sodio y cloro (sal): Favorecen el buen funcionamiento de los sistemas nervioso y muscular. Durante el invierno, cuando el consumo de agua puede verse reducido, suministrar niveles adecuados de sal a nuestros animales es especialmente importante.
5. Cobalto: Mineral esencial en pequeñas cantidades para el organismo, ya que forma parte de la vitamina B12 (cobalamina).
6. Cobre: Aunque sus requerimientos específicos varían según la especie y la etapa productiva, es esencial para diversos procesos metabólicos, incluyendo la formación de glóbulos rojos y el desarrollo del tejido conectivo.
7. Taurina y L-carnitina: La suplementación con taurina y L-carnitina, aunque más comúnmente asociada con animales de compañía, puede ser beneficiosa en ciertas situaciones productivas específicas, especialmente en animales jóvenes o en condiciones de estrés.
8. Fitasa: En la alimentación animal, su uso disminuye la necesidad de añadir fósforo inorgánico y reduce la excreción de fósforo en los desechos, minimizando la contaminación ambiental.
El empleo de suplementos nutricionales durante el invierno (teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada especie, sistema productivo, y factores como la edad o el estado fisiológico) no solo previene deficiencias, sino que también mejoran la salud y el bienestar de los animales.