Gracias a la dilatada experiencia de nuestra certificadora, sabemos que el camino hacia la certificación en bienestar animal es un proceso que requiere no solo el cumplimiento de estándares externos, sino también una profunda revisión y ajuste de las operaciones internas de las empresas solicitantes de la certificación.
En este breve artículo queremos centrarnos en la fase crítica de preparación interna, destacando la importancia de la evaluación de las infraestructuras, la capacitación del personal, la implementación de sistemas de autocontrol, y el adecuado registro documental, como pilares fundamentales para asegurar el éxito en el proceso de certificación.
Nuestra trayectoria nos ha enseñado que aquellos equipos que disponen de formación, enfrentan las auditorías con mayor eficacia, consiguiendo, no solo el cumplimiento de los estándares, sino también la adopción de una cultura de bienestar animal que termina implicando todos los niveles de la organización.
- Evaluación de las infraestructuras:
El primer paso en la preparación interna de la auditoría de certificación es la evaluación de las infraestructuras que albergan a los animales de producto, (granjas y establecimientos de sacrificio). Esto implica revisar y, si es necesario, modificar las instalaciones para asegurar que cumplen con los estándares de bienestar animal. Por ejemplo, mejora de los sistemas de ventilación, ampliación en los alojamientos de los metros cuadrados por animal, aumento del número de bebederos, etc. Es fundamental proporcionar un ambiente que promueva el bienestar físico y las conductas naturales de los animales.
- Capacitación del personal:
Un aspecto crucial para obtener la certificación en esquemas de Bienestar Animal es la formación y experiencia del personal en el manejo de los animales. Esta formación debe abarcar desde las prácticas diarias de cuidado hasta el reconocimiento y manejo de situaciones de estrés en los animales. El objetivo es asegurar que todos los empleados comprendan su papel en el mantenimiento del bienestar animal y dispongan de las habilidades necesarias para implementar las mejores prácticas.
- Implementación de sistemas de autocontrol:
Para garantizar la continuidad de las buenas prácticas en bienestar animal, es esencial implementar sistemas de seguimiento y control, por parte de la entidad solicitante de la certificación. Estos sistemas permiten monitorear el bienestar de los animales de manera continua, identificar rápidamente cualquier problema y tomar medidas correctivas. Además, el sistema de autocontrol es necesario para evaluar internamente el cumplimiento de los estándares de certificación y corregir aquellas desviaciones que se puedan detectar respecto de los requisitos aplicables en materia de bienestar animal.
- La documentación como evidencia:
Por último, la documentación juega un papel esencial en el proceso de preparación para la certificación. Los registros documentales permiten la toma de decisiones por parte de las entidades solicitantes de la certificación, potenciando aquello que se hace bien y corrigiendo las deficiencias detectadas. Además, permiten conocer los recursos con los que cuentan las granjas y su adecuación a las exigencias de los programas de certificación.
En definitiva, la preparación interna para la certificación en bienestar animal es un proceso integral que requiere tiempo, recursos y esfuerzo por parte de las entidades solicitantes. Sin embargo, los beneficios de obtener una certificación van más allá del reconocimiento externo; reflejan el compromiso genuino con el bienestar animal, mejoran la eficiencia operativa y pueden abrir nuevas oportunidades de mercado.